miércoles, 30 de abril de 2014

Landfalls and Departures





Landfall and Departure mark the rhythmical swing of a seaman’s life and of a ship’s career. From land to land is the most concise definition of a ship’s earthly fate.
(Joseph Conrad)


Ría de Ferrol, 16 de febrero de 2013:

viernes, 25 de abril de 2014

Standing Mast Route




La Staande-Mastroute es un fenómeno náutico extraordinario, que cualquiera al que le guste navegar y los barcos debe experimentar alguna vez en su vida. Así de claro lo digo. Es una prueba plausible de que este país está orientado a la navegación y vive en armonía con el medio acuático y con los barcos: un país boat-friendly.

Consiste en una ruta de aguas interiores que atraviesa enteramente los Países Bajos, de Norte a Sur, conectando algunas de las

domingo, 20 de abril de 2014

Espejismos (postal desde Holanda)



Julio de 2012. Holanda es un país anfibio. Llegas en barco a cualquier ciudad y la atraviesas diametralmente, por el medio y medio, surcando canales que podrían ser sus principales avenidas: el semáforo se pone rojo para coches y bicicletas, el puente (la calle, mismamente) se levanta, el semáforo se pone verde para barcos, que pasamos lentamente ante la mirada de conductores y viandantes, que esperan pacientemente a que

viernes, 11 de abril de 2014

Gorch Fock


(Logbook, 6 de diciembre de 2012. Ría de Vigo)

Cuando este septiembre pasado llegamos a Vigo en travesía directa desde Rotterdam, las botas y el traje se sostenían en pie, tal era la costra de salitre, tal fue la dosis de viento de cara, y lluvia, y agua por todos los rincones del barco, día tras día. Casi nos salen escamas.

Así que he prometido solemnemente que, al menos en lo que queda de 2012, no vuelvo a navegar si no es con cielos despejados, sol, y vientos portantes. Concretamente de entre 10 y 15 nudos, por favor.

Promesas, promesas…

miércoles, 2 de abril de 2014

The wind in the willows




Junio de 2012. En Delfzijl dejamos atrás el Mar del Norte (aunque sólo por un tiempo). Entramos a los canales interiores de Holanda, y por unos días tuvimos navegación regalada: sólo seguir el canal y ver pasar molinos, vacas y gabarras. Y sentir el viento entre los sauces.

En el embarcadero del centro de Groningen, la harbourmaster, que era mujer (y ahí comenzó mi fascinación por el exotismo de los Países Bajos), en cuanto pisamos tierra y nos vio extranjeros nos advirtió a Friki y a mí de que en Holanda se hace pipí sentado, tanto mujeres como hombres. A lo que nos miramos perplejos, y ambos replicamos al unísono, orgullosos, que