(M. Manara/H. Pratt, Tutto ricominciò con un’Estate Indiana)
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Nesse verão de São Martinho,
de belas tardes outonais…
(R. Veloso/C. Té)
Veranillo de San Martín, 2013.
Últimamente disfruto de una anomalía del sistema, una vía de agua en el actual orden de las cosas: un curso gratuito de 600 horas de carpintería de ribeira, en el centro de formación “A Aixola”, en Marín. Repito, porque ha quedado difuso, y es ahí donde está la anomalía: GRATUITO. Financia la Xunta de Galicia, imagino que con cierta colaboración de la Autoridad Portuaria, que presta una de sus naves en pleno recinto portuario, frente a Factoría Naval. Imparte Santi Cancelas, maestro carpintero de Moaña, depositario de una larga tradición familiar, y al mismo tiempo gran innovador en tecnologías. La primera vez que le vi usar la garlopa, lo hacía tan fácil que
parecía que estaba untando mantequilla. Qué fenómeno. Allí estamos él y doce más, de vuelta a la escuela, horas y horas, entre dornas, gamelas de A Guardia y bucetas de Muros, cada cual al ritmo que buenamente puede. Yo me di por satisfecho el día que hice mi primer “rayo de Júpiter”: ensamble longitudinal para esfuerzos a flexión (quillas, rodas), en el que la unión trabaja gracias al efecto de una espita que actúa como llave, montando o desmontando el ensamble. Cuánta sabiduría en tres trozos de madera. Si se enseñase en los colegios, todos los niños querrían ser carpinteros.
parecía que estaba untando mantequilla. Qué fenómeno. Allí estamos él y doce más, de vuelta a la escuela, horas y horas, entre dornas, gamelas de A Guardia y bucetas de Muros, cada cual al ritmo que buenamente puede. Yo me di por satisfecho el día que hice mi primer “rayo de Júpiter”: ensamble longitudinal para esfuerzos a flexión (quillas, rodas), en el que la unión trabaja gracias al efecto de una espita que actúa como llave, montando o desmontando el ensamble. Cuánta sabiduría en tres trozos de madera. Si se enseñase en los colegios, todos los niños querrían ser carpinteros.
Build me straight, O worthy Master!
Stanch and strong, a goodly vessel,
That shall laugh at all disaster,
And with wave and whirlwind wrestle!
(Henry Wadsworth Longfellow, The Building of the Ship)
Otoño borrascoso. La ría está desierta. Wendy está en forma. El domingo salimos Amália y yo a dar un paseo entre bateas hasta el pequeño puerto de Samertolameu. Algún velero extranjero fondea por estas fechas en la ensenada de Rodeira. Estas visitas son muy frecuentes en verano, pero ahora, con este tiempo, apetece preguntarles: “¿¡pero de dónde venís con este temporal, almas de cántaro!?” (disimulando la envidia que nos corroe por dentro).
Rodeira |
Me he tropezado por casa con el libro de Frank Dye sobre sus navegaciones en el Wanderer, que tenía olvidado. Me lo estoy leyendo del tirón, durante las breves pausas del almuerzo en esta ciudad apacible. Cruza el Mar del Norte hasta Islandia (700 millas) en un vela ligera de cinco metros, navegación por estima y astronómica, años 60... Aparte de la radicalidad y de la originalidad para su tiempo, por lo que es un personaje reconocido, me admira la humildad y claridad con que explica estados de ánimo, fortalezas y flaquezas mentales de travesías tan largas y tan duras; muy humano, muy real.
“One always started a cruise tired and irritable from the rush of leaving work, and inadequate time for fitting out in detail.”
“So our lives depend on the accuracy of my navigation; I felt the weight of responsibility, but a cold-blooded reappraisal left me still confident that I could do this. Even so, I admit losing a great deal of valuable sleeping time in my off-watch worrying about the problem of navigation and lee shores.”
“Russell said that he had not made up his mind whether or not he was enjoying the cruise, and I said that I had made mine up and the answer was ‘No’”.
(Frank & Margaret Dye, Ocean Crossing Wayfarer)
As Corbaceiras |
Alameda |
De paso, picoteo el Wooden Boats de Michael Ruhlman, sobre el trabajo de Benjamin y Gannon (el antetítulo lo dice todo: “In pursuit of the perfect craft at an american boatyard”), me deleito con el sombrío ejemplar de otoño de The Marine Quarterly, y progreso con otras lecturas más literarias. Libros por todas partes. También hago acopio de planos y plantillas para construir el Nutshell Pram de Joel White (algún día habrá que dar el paso). Bendito otoño. Siempre he sentido que es el verdadero inicio del ciclo anual.
West Greenland, mountainous and wild. A raging storm; cold rain in torrents from low hanging clouds. Streams pouring down the mountainside are turned to vapour by the gale; and the whole face of nature, land and sea, smokes as from internal fires.
Across the rough, grass-matted foreland between sea and mountain move three figures, men; the only living things in all that wilderness. Leaning against the wind, they labour on.
(Rockwell Kent, N by E; The MQ autumn issue)
After more than thirty five years […], I am more convinced than ever that a plank-on-frame vessel is the ultimate in yacht construction. Not only does this method produce an enduring vessel with integrity, heart and soul, but it also requires a process that is so ancient and noble as to inspire the builder to work above his ability, to continue challenging himself in his expression of the rarest combination of science and art. […] A ‘classic yacht’ must represent a graceful and well-proportioned hull whose individual parts are not only enduring but are created by a traditional process of skill and inspiration. A classic yacht speaks to you in a distinct and compelling voice.
(Nat Benjamin, Ganon&Benjamin Marine Railway)
Al calor de la estufa, que ya está a pleno rendimiento, coso unas luchaderas de cuero a los remos de ese bote del que ya algo hemos contado, y con el que soñamos hacer el Caledonian Raid y la Great River Race, en compañía de hermano y cuñada (ah, ¿¡que no os habíamos dicho nada!? bueno, daros por invitados, sólo tenéis que elegir qué año de estos…). Para las costuras, sigo al pie de la letra las instrucciones de Duck Works, que es un filón de “How-Tos”. Por momentos uno roza el ideal de estar haciendo aquellas cosas que se planean “para cuando me jubile”. Momentos de felicidad, en los que no se puede evitar sentir cierta desconfianza, como cuando en una travesía todo va rodado, y sabes a ciencia cierta que no puede durar para siempre. Disfrutar y no pensar mucho en ello, no sea que nos parta un rayo aquí mismo.
Recogemos de la base de operaciones de Nautic Supply, en Santa María de Oia, el viejo kayak “Dr. Fleischman”, de mi tío Charles, que era “azul piscina” y lleno de grietas, y ahora es verde y blanco crema, y parece salido del molde. Confirmado: los productos DeIjssel son extraordinarios.
Nick Guttridge, International Boatbuilding Training College, Lowestoft |
He ido trayendo algunas imágenes pretendidamente otoñales, pero no puedo evitar copiar aquí estas otras de Nick Guttridge, reseñadas por el inabarcable blog de Gavin Atkin (In the boat shed), que estos días nos pide encarecidamente que nos acordemos de los que están ahí afuera en el mar, ejerciendo variados oficios, doing his duty, en condiciones meteorológicas que mejor no tener que vivir nunca. Pues sí, caramba: que todo se les dé bien, que tengan buenas travesías.
No guru, no method, no teacher
Just you and I and nature
In the garden, wet with rain.
(Van Morrison, In the garden)
Punta Borneira |
Pablo,
ResponderEliminarviendo el amor que tienes por la madera, un día te tienes que venir a ver la colección de artilugios y herramienta que tiene mi padre por León. Gran parte de ello heredado de un amigo, casi actuó como un abuelo para nosotros, y que trabajaba la madera de maravilla. Seguro que te encanta.
Intenta escribir más a menudo anda, que lo haces muy bien!!
Alberto…siempre tan amable, y tan puntual, que nunca sé que decir. Que cocinas muy bien, que no sabe uno por donde empezar a comer en tu blog….y que me gusta mucho esa foto en que se te ve delante de una estantería repleta de libros, tantos que como ya no caben hay que ponerlos en horizontal... Un fuerte abrazo. Pablo.
ResponderEliminarHola Pablo, un gusto como siempre leerte. Que tiene que ser poder llegar a construirse uno mismo su embarcación con tus propias manos...
ResponderEliminarNo se si conocerás el proyecto de la Nao S. Juan, me tomo la libertad de ponerte un enlace a un pequeño vídeo que explica algo sobre ello.
No te costará encontrar información en la red sobre dicha Nao y el proyecto que está en marcha, creo que te gustará.
Hace unos días estuve en una charla en la que se exponía el proyecto, va a ser fenomenal. Se van a respetar todos los procedimientos y materiales de aquella época, incluidos herrajes, cordelería, calafateado etc .
Han encontrado hasta una persona que aún hoy en día sigue fabricando brea de forma artesanal para los calafateados.
Lo dicho, un saludo y mucho ánimo con tus proyectos.
Enlace al vídeo: http://www.eitb.com/es/videos/detalle/1282012/video-reconstruyen-nao-san-juan-sakana--donostia-2016/
¿El Caledonian Raid y la Great River Race? Ya me veo como Jack Lemmon haciendo de Profesor Fate en “La carrera del siglo”, o peor aún, como su ayudante Max…
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