miércoles, 1 de abril de 2020

Três coisas




De tudo ficaram três coisas: 
A certeza de que estamos começando 
A certeza de que é preciso continuar 
A certeza de que podemos ser interrompidos antes de terminar. 

Portanto devemos: 
Fazer da interrupção um caminho novo 
Da queda, um passo de dança 
Do medo, uma escada 
Do sonho, uma ponte 
Da procura, um encontro. 

Fernando Sabino, O Encontro Marcado (adaptado).
 
 


viernes, 31 de enero de 2020

Skies in blue



Como el sol en la bahía
Cuando el mar bebe su fuego
Y la noche su alegría

Como casa, como guía
Como faro de los puertos
Como luz de mediodía

Como el aire de los muelles
Con el hilo de las cañas
Y el olor a sal y peces

Como harina como pan
Algo bueno que no pides
Y se da

Cielo limpio cielo azul
Como todo
Si estás tú

(Pedro Guerra, Bahía)

 
Cielos azules para 2020…



lunes, 21 de octubre de 2019

A Criação do Mundo


 

Duas vezes por semana, transformado em recoveiro, ia de comboio a Leça levar cestos de fruta e de hortaliça que chegavam da quinta que o doutor tinha no Doiro. E pude ver o mar pela primeira vez.
Não correspondeu em nada à mina ideia. O grande lago que imaginara era uma ilusão de agua choca ao lado daquela imensa realidade viva, pulsátil, indomável, que espumava de raiva a bater contra as penedias. Enchia-me do som encantatório da sua voz, refrescava os pés nas ondas, passeava descalço no areal, apanhava conchas e pedaços de cortiça, e à noite, depois de cansar os olhos à janela do quarto do sótão a ver a luz do farol fender a escuridão misteriosa do largo, adormecia a pensar na felicidade de ser marinheiro num dos gigantescos navios que entravam e saíam diariamente pela barra de Leixões…
(Miguel Torga, A Criação do Mundo, O Primeiro Dia)
***
Todos nós criamos o mundo à nossa medida. O mundo longo dos longevos e curto dos que partem prematuramente. O mundo simples dos simples e o complexo dos complicados. Criamo-lo na consciência, dando a cada acidente, facto ou comportamento a significação intelectual ou afectiva que a nossa mente ou a nossa sensibilidade consentem. E o certo é que há tantos mundos como criaturas. Luminosos uns, brumosos outros, e todos singulares.
(A Criação do Mundo, Prefácio)
***
La criatura acuática, barco, a cuya exaltación está en buena parte dedicado este espacio, cumple cuarenta años en este 2019. No sabemos exactamente en qué fecha, así que hemos decidido, por preferencia, que sea en este mes de octubre, que tantas otras buenas efemérides concentra. ¡Larga vida!

martes, 4 de septiembre de 2018

Empathy




Today the rock locally called “A Pinela”, one hundred yards offshore the beach, has claimed a victim, a French-flagged sailing yacht. I couldn’t distinguished boatbuilder nor model from the distance. She looks beamy and seaworthy, aproximately 35 feet or more.

To be precise, it was not only the rock who perpetrated it, but also the conspirational tide, which covers the hazard in high water.

So the yacht was standing in an auckward position, heeled but not heeling, strangely still. It is disturbing to watch a boat, born and bound for sailing the ocean, hanging defenceless on a hard dry trap. Not funny…

The owner was struggling around on a dinghy. Heartless rock: it had hit both of them (boat’s hull and sailor’s seamanship) in foreign waters… It may be just a minor scratch, but who knows. Maybe they now will have to careen into an unfamiliar yard, and perhaps change all their passage schedule, long-planned on winter evenings to be deployed on longed-for summer holidays…

It was me and my daughther witnessing the situation on a bycicle ride to the grocery, feeling sorry for not being capable of any help: you cannot tow a ten-tonnes grounded vessel with a bike…

“Shall we inform him about tide times?”, I wonder. I don’t think so – I answer to myself - that mustn’t be any news for him, he must already  know. Moreover, it is bad news anyhow: it will be still ebbing for half an hour…

“It could be us” is my first inmediate thought.

“May there always be water beneath your keel”… What a wise advice. So easy to unobserve.

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Family tree

  

Árbol genealógico.


El fenómeno es simple. Hace cuarenta años mis padres plantan un abeto en la casa familiar.

Con el tiempo, el árbol se hace demasiado alto y es necesario talarlo.

Mejor que “hacer leña del árbol caído”, lo sierro en troncos de metro y medio, y me lo llevo al aserradero de Agustín Bastón Soage, en Cangas, para que me lo corte en tablas (el árbol pasa a ser madera).

Con esas tablas construyo un barco apoyado sobre un balancín, para que juegue y se divierta mi hija (que es la nieta de aquellos que plantaron el árbol, ¿recuerdan?).

Si a ella le apetece, claro. Yo ya me he divertido mucho construyéndolo: no debo pedir más. My first commission, her first command.

PS: el barco se llama Adamastor.

(Marzo de 2016)

viernes, 27 de octubre de 2017

Aqui ao luar



Los ponientes y las generaciones.
El ojo descifrando la tiniebla.
El amor de los lobos en el alba.
La palabra. El hexámetro. El espejo.
La Torre de Babel y la soberbia.
La luna que miraban los caldeos.
El infinito lienzo de Penélope.
Cada gota de agua en la clepsidra.
Las águilas, los fastos, las legiones.
La sombra de las cruces en la tierra.
Los rastros de las largas migraciones.
La brújula incesante. El mar abierto.
La voz del ruiseñor en Dinamarca.
La escrupulosa línea del calígrafo.
Las formas de la nube en el desierto.
Cada remordimiento y cada lágrima.
Se precisaron todas esas cosas
para que nuestras manos se encontraran.

(Jorge Luis Borges, fragmentos de Las causas)

martes, 1 de agosto de 2017

miércoles, 10 de mayo de 2017

Up to the mark?


De vez en cuando alguien me pregunta si estoy contento con mi barco...

¡Ja! ¡Qué pregunta fácil! Me basta desparramar una sonrisa y ya el interlocutor entiende.

La pregunta difícil, lo que yo quisiera saber (y llega a ser tormento), es si mi barco está contento conmigo...

jueves, 22 de diciembre de 2016

Passeio dos alegres



Aquí empieza el descanso.
En mi conciencia y en el almanaque
junto a mi nombre y cargo en la planilla
aquí empieza el descanso.
Dos semanas.
Debo apurarme porque hay tantas cosas
recuperar el mar
eso primero...
(Mario Benedetti, Licencia, de Poemas de la oficina)

Bendito verano. El clima benévolo de estas latitudes. Poca ropa, el tacto del sol sobre la piel. Andar descalzo por la cubierta, por la madera del pantalán, por la arena. 

Benditas vacaciones. Tripulación en pleno: las chicas y yo. Tiempo por delante, para estar juntos los tres, días seguidos, completos, de convivencia ininterrumpida. Con energías y buen humor inacabables. Vida abordo, espacio reducido, sensación de inseparabilidad y de suerte compartida que da navegar juntos de un puerto a otro por varios días... La vida pirata es la vida mejor.


*    *    *

El frenesí de los preparativos en los días previos a la travesía, amplificado por el extraordinario valor del pasaje (el más precioso de los posibles). La angustia de que todo esté en buen orden de funcionamiento, y de que ellas estén