Yo no tengo palabras.
Sólo alcanzo a decir que no entiendo cómo se puede querer tanto a algo que no habla.
Y que cuando en el Kattegat, y en el Canal de la Mancha, y en la punta de Ouessant el viento soplaba como si nos quisiese aniquilar, horas y horas y horas, y cuando en el Elba y en Borkum la marea parecía que nos fuese a arrastrar por un tragante, nosotros nos sentíamos seguros a bordo, como cuando eras niño y sentías que tus padres te podían proteger de cualquier cosa.
En el espejo de popa aún se lee el nombre del que debió de ser su primer puerto base, con un anterior propietario, que era danés, de la ciudad de Hamlet. Por eso a veces le llamo, rimbobante y cariñosamente, "Wendy of Helsingor".
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I can’t find the words.
All I can say is that I don’t understand how a non-speaking being can be loved so
much.
And
that when in Kattegat, in the English Channel, in Ouessant head, the wind was blowing
like intending to kill us, for hours and hours and hours, and when in the Elbe
river, and in Borkum, the tide looked like swallowing us in a sink, we
felt safe on board, like when you were a child and felt that your parents could
protect you against any hazard.
On
the transom it still can be read the name of his probable first home harbour,
with a previous owner who might be Danish, from the town of Hamlet . That’s the reason why I sometimes
call her, showy and flattering, "Wendy of Helsingor".
Wendy en Bassholmen |
Bonito barco...
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