sábado, 14 de mayo de 2016

Home is the sailor


Faro de Sálvora, por el través. 2 de septiembre de 2012.

Under the wide and starry sky,
Dig the grave and let me lie.
Glad did I live and gladly die,
And I laid me down with a will.

This be the verse you grave for me:
Here he lies where he longed to be;
Home is the sailor, home from the sea,
And the hunter home from the hill.

(Requiem, Robert Louis Stevenson)


Agustín Soage (“Bastón” como apellido artístico) ha emprendido un proyecto botánico-creativo extraordinario: la “Biblioteca das madeiras do mundo”.

La iniciativa consiste en
seleccionar maderas de las más variadas especies arbóreas, formatear a partir de cada una de ellas un taco, con las dimensiones típicas de un libro, y entregarlo a personas “coas que teño afinidade ou que considero que teñen cousas que aportar” (según sus propias palabras a la prensa, copio de la reseña). Cada uno de estos colaboradores trabaja ese pedazo de madera con total libertad de técnicas y contenidos, de modo que la pieza acaba convirtiéndose en un libro sobre ese singular soporte vegetal.


El resultado es una colección impresionante, que va creciendo año a año, y que reúne los más variados perfiles personales y profesionales, plasmados en forma de tallas, pinturas, poemas, fotografías, partituras, recetas de cocina, un problema de cálculo estructural, la letra de un rap… (lamento que mis fotografías no hacen honra a la belleza particular de cada pieza).


Algunas son conmovedoras, como ese libro sobre madera de pino de tea, extraído de una viga de la cubierta de la primera factoría conservera de Massó en Bueu, construida en el año 1921. Reflexiona Agustín que el árbol que dio lugar a una viga de tales dimensiones muy probablemente fue plantado en el siglo XIX. Y aquí sigue, entre nosotros, viviendo una nueva vida. Yo añadiría que muy probablemente nos sobrevivirá a nosotros mismos también.


El genio creativo de Agustín (artista plástico multidisciplinar) está presente en cada pieza, pues él ha preparado el bruto, la madera de base, que selecciona cuidadosamente en función de las inquietudes que él aprecia en su destinatario colaborador; además de en el conjunto de la colección, a la que él aporta coherencia y expansión constante. Pero en esta ocasión se retira a un segundo plano como un director de escena, con lo que consigue el protagonismo coral de sus colaboradores, y de las propias maderas que son la esencia de este legado.


La exposición se reinaugura cada año por estas fechas, con motivo del Día das Letras Galegas. Por tanto, podrá visitarse a partir del próximo 17 de mayo, en Agustín Bastón Estudio (Avenida de Ourense, Cangas do Morrazo, Pontevedra).

Algunos son verdaderas esculturas...

Esto no es un libro: es una talla... ¡hiperrealista!

***

Hace unos meses, Agustín, de cuya serrería soy cliente habitual para mis modestos trabajos de carpintero fallido, me entregó un pedazo de madera de tilo, y me pidió que hiciese de él un libro para su biblioteca. Ser de esas personas por las que siente afinidad o que considera que tienen algo que aportar me pareció una honra… Pero: “Agustín, ¿¡y qué voy a aportar yo, que tengo la sensibilidad artística de una piedra!?”. “¿A ti non che gusta navegar?”, me dijo, “¡Pois non te compliques: escrebe algo sobre algunha das túas travesías!”.

Pues eso he hecho. La travesía elegida es la que dio origen a este blog. Reproduzco a continuación el texto. El resto es lo que han dado de sí mis limitadas habilidades plásticas: un poco de cepillo y fresado en los cantos, para simular el lomo de un libro, con el título grabado y relleno de masilla caoba para dar contraste, la plantilla de un mapa de Europa, muchos rotuladores indelebles, mi mujer que me recordó que Adamastor de verdad existe, cuatro manos de barniz al agua… En fin, Agustín, he hecho lo que he podido. Muchas gracias por hacerme parte de un proyecto tan bonito.

La vida, aunque a veces duele, también tiene cosas maravillosas.


<< EL NAVEGANTE QUE PRETENDA llegar a vela desde GÖTEBORG (Suecia) hasta CANGAS DO MORRAZO necesitará tres cosas:

1. Un barco duro y fiable
2. Una tripulación entregada y experta
3. Saber perder, y perseverar, porque el mar siempre es más fuerte.


Con estos esenciales pertrechos, el navegante tendrá primero que atravesar el KATTEGAT y el GRAN BELT, que separan SUECIA de DINAMARCA y ALEMANIA, con rumbo al FIORDO DE KIEL. Por esos mares fríos y continuamente interrumpidos por islas y penínsulas, aprenderá a confiar a ciegas en los sistemas de balizamiento escandinavos.


Por el estuario del RÍO ELBA llegará al MAR DEL NORTE, que navegará todo a lo largo de las ISLAS FRISIAS. Es una costa baja, inavistable desde el mar, y traicionera por sus extensos bancos de arena y sus borrascas.

En los PAÍSES BAJOS, el navegante puede hacerse un regalo y entregarse por unos días a la navegación tranquila y pintoresca por sus canales interiores. Pero, para seguir progresando hacia el SUR, antes o después tendrá que volver a salir a mar abierto.

Entonces enfilará el paso de DOVER-CALAIS, que da entrada al CANAL DE LA MANCHA, y tendrá por delante unas 300 millas en las que negociar una corriente extraordinaria  y un tráfico mercante intenso y estresante.


A la altura de CORNUALLES se abrirá ante sí el CANTÁBRICO, con toda su extensión de 400 millas hasta la siguiente tierra, que ya es la suya. El navegante sabe que será difícil doblar la PUNTA D’OUESSANT, así como los días de alta mar siguientes, pero le anima poder poner rumbo directo a su destino, y saber que, si todo va bien, GALICIA aparecerá por la proa al tercer o cuarto día.

Cuando finalmente aviste allá a lo lejos la costa verde y alta de CABO VILANO, el navegante se sentirá satisfecho de estar ya tan cerca, pero no eufórico ni confiado, porque aún tendrá que montar ése y todos los cabos de la COSTA DA MORTE hasta FINISTERRE.


Por eso, cuando 2.000 millas después de zarpar, tenga por fin el faro de SÁLVORA por el través, el navegante sentirá una suerte de desmoronamiento interior, de tanto esfuerzo y tanta concentración mantenidos. Doblará CABO HOME, fondeará en la PLAYA DE BARRA para un baño depurador, y cuando pasada PUNTA BORNEIRA aparezca ante sí la ensenada de RODEIRA, la antigua FACTORÍA DE MASSÓ y el puerto de CANGAS, no podrá reprimir lágrimas de emoción por lo vivido, y por arribar, al fin.


A pesar de todas estas peripecias, el navegante debe estar preparado para sentimientos contradictorios: en cuanto pise tierra, y aun en el conforto y el calor del hogar, sentirá nostalgia de mar y tristeza porque la travesía haya terminado. Y cada día que pase en seco, crecerá su ansia interior por volver a largar amarras, y poner MAR DE POR MEDIO. >>


A la memoria de quien nos ha dejado, tan a deshora.
Sarà anche il gioco della vita, ma que dolore… (Ivano Fossati)



1 comentario:

  1. Estoy sentado mirando una ensenada de "a Costa da Morte" y leer esto me hace sentir un poco privilegiado por poder disfrutar de ese libro y de estas vistas, que por supuesto sé el cariño conque fue llevado a cabo y tener algo que ver. Me encanta.

    ResponderEliminar