domingo, 4 de mayo de 2014

The East India Company


(viene de Standing Mast Route)

Julio 2012. Enkhuizen es un pueblo marinero adorable, en otro tiempo, puerto base de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales (VOC).

Está situado en el centro geográfico de la Holanda acuática, en el extremo Oeste del dique de 20 km que separa el Ijsselmeer del Markermeer. El tren llega hasta el mismo centro histórico, y desde allí se llega en un paseo a los puertos deportivos que flanquean la pequeña ciudad (20.000 habitantes), perfectamente integrados en ella y en sus canales. La oferta de atraques se completa con los amarres para barcazas tradicionales en el frente que da al Ijsselmeer.

El centro histórico, amurallado, está intacto, con el sonido de fondo del carrillón de la torre
Dromedaris y sus figuras animadas que salen por una portezuela a dar los cuartos. En verano hay muchísimo ambiente náutico por las calles, y apostaría a que llega a haber más tripulantes que oriundos.

La mayor de las marinas es la Compagnieshaven, donde en junio Elena, Friki y yo dejamos el barco, y ahora en julio Amália y yo nos reecontramos con él, para continuar progresando hacia el Sur. Es una marina para volver, por lo animada, por los buenos servicios (efectos navales, velería, mecánico), precios asequibles, bien situada geográficamente. Puerto perfecto para hacer escala, cambiar tripulaciones, reacondiconar el barco. Y seguir.

Así que dejamos el Ijsselmeer para entrar al Markermeer, para lo cual cruzamos el dique a través de exclusa y naviducto. En la exclusa nos tocó asistir al Bavaria que entró después de nosotros, matrimonio con niños, al que se le escapó una amarra y quedó atravesado en medio y medio. Un enredo habitual en estas maniobras cuando sopla de través (lo digo con conocimiento de causa). Amália, que está en todo, se quedó sola asegurando nuestro barco, y yo me fui de dos saltos a echarles una mano. Por primera vez sentí que estábamos ganando soltura, que, despacio y con calma, las maniobras nos iban saliendo, y que tal vez nos habíamos hecho al medio. Pena que el medio va cambiando constantemente, y siempre toca volver a empezar, a aprenderlo, a hacerse con él; ley de vida, en fin.

De Enkhuizen hacia el Sur, navegamos el Markermeer, muy agradablemente a vela, por momentos con uno y hasta dos rizos, porque estamos de vacaciones y no hay que castigarse. Llueve con frecuencia, pero no mucho, a veces con aparato eléctrico. Hacemos escala y noche en Volendam, pueblo pesquero tradicional, hoy quizás demasiado turístico. Pasada la isla de Marken, el mar se estrecha y recuperamos vista sobre la costa. Poco a poco todos lo barcos que navegábamos dispersos (los mercantes siguiendo su canal, los veleros haciendo bordos), confluimos hacia la exclusa Oranjesluizen, que da acceso al Ij, que no es exactamente río ni canal, dicen, pero no hay duda en que es el gran curso de agua que baña el frente de la ciudad de Amsterdam. Ahí es nada.


Enkhuizen






Torre Dromedaris



Markermeer



Volendam





Faro Paard van Marken ("El caballo de Marken")

Faro de Hoek Van'T Ij

Exclusa Oranjesluizen

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