jueves, 29 de mayo de 2014

True Grit



- Excuse me, Sir: who is Rooster Cogburn?
- He is the big fellow with an eye patch.         
(True Grit, Henry Hathaway, 1969)

... e o mar é un gran misterio que te come.
(Bernardino Graña, Oda ós mariñeiros de Cangas)

Viernes 25 de agosto de 2012. Tercer día de travesía Rotterdam-Vigo.

Perdimos de vista los acantilados blancos de Dover, porque, pasada la angostura de 20 millas del estrecho Dover-Calais, no tenemos intención de costear. Descartamos hacer escala allí, a pesar de la proximidad de tierra, porque queremos aprovechar lo más posible las pocas horas de tregua que nos está dando la meteorología. Progresar hasta que se vuelva imposible. Planteamiento algo arriesgado (en el que reincidiremos varias veces), pero no tenemos tiempo que perder: traemos días contados para regresar a nuestras respectivas obligaciones en España, 800 millas por delante, y el otoño a la vuelta de la esquina. Si lo que viene es un temporal realmente complicado, es probable que
nos coja a la altura de Isle of Wight, y en ese caso el canal Solent será un buen resguardo, a sotavento de la isla, con aproximación amplia y bien señalizada, y multitud de puertos de abrigo. Más el as en la manga de que conocemos esa costa de navegarla en travesías anteriores. Dentro de lo malo, y de la opción de seguir en el mar a pesar de los avisos, no son malas cartas.

Los partes que vamos consultando, aprovechando la cobertura de internet, dan vientos fuertes del SW, y lluvia. Christian, que nos está haciendo de “weather router” casero desde Suecia (¡qué más se puede pedir!), nos lo confirma por sms. Así que abrimos un poco el rumbo para aproximarnos a la costa, pues la opción de refugiarnos en Isle of Wight gana probabilidades. Calculamos los sucesivos rumbos como para alcanzar el Solent salvando cada cabo o cada bajo de camino, con resguardo de unas 5 millas que nos deje suficiente espacio de agua a sotavento. Así que deberemos identificar tierra (y faros, de noche) a cada prominencia de la costa; y alejarnos de ella a lo largo de esas amplias bahías que conforman el sur de Inglaterra.

*     *    *
[Notas del diario del abordo]

<<Guardia de 16:00 a 20:00 (viernes). Henrik y Virginia.
Por el través, central nuclear en la punta de Dungeness, algo fantasmagórica a vista de prismáticos.
Poco viento. Motor + mayor + génova.
Llenamos depósito de gasoil de la primera de las latas. Entraron 12 litros, para 22 horas de motor que hemos hecho (da un consumo de poco más de 0’5 litros a la hora ¡!, efectos secundarios positivos de la reparación de Pedro en Rotterdam).
Henrik lleva todo el día pidiendo vientos de 15 nuditos. Pues el boletín por VHF confirma que ahí vienen, cumpliendo deseos del señorito. Sólo que él pedía NW, y viene de SW, y parece que soplará algo más fuerte…

Guardia de 20:00 a 24:00. Pablo y Maxi.
Baliza de los bajos Royal Sovereign por el través.
Sólo vela. Todo rizado. Hacemos 7 knts. Corriente empuja. Ponemos rumbo al Solent.
Cruzamos meridiano de Greenwich, longitud geográfica 000º. No sentimos nada de especial, ni físico, ni metafísico.
Boletín VHF zona Wight: “Gale force 8 expected. Rainy occasionally thundery. Rough seas”.
Por el canal 16 muchos veleros reportan su situación a Solent Coastguard, que va monitorizando sus sucesivas posiciones y ETA [estimated time of arrival]: los va “pastoreando” hasta que cada uno va confirmando su arribada segura a puerto.
Escuchamos varios MAYDAY. Hay un barco que lanza un único mayday, pero no vuelve a contactar…El gran hermano insiste: ”This is Solent Coastguard to ‘mayday boat’: SAY WHATEVER...”. No hubo respuesta, no supimos más.

Guardia de 00:00 a 04:00 (sábado 26 de agosto). Henrik y Pablo.
Se espera que empeore (por el momento, esto no es fuerza 8 ni de lejos). Virginia no consigue levantarse e incorporarse a la guardia. Con esta escora y estos bandazos, se hace difícil incorporarse en el catre, ponerse el pantalón de aguas, y no digamos subir esos tres peldaños de la cabina a la bañera. Insisto a Maxi para que se baje él a descansar, y me echo a dormitar en la bañera cogido con el arnés, para ayudar a Henrik cuando llegue el temporal. El viento ha caído por completo, pero hay bastante mar. Toda la guardia a motor. Calma antes de la tormenta.

Guardia de 04:00 a 08:00. Henrik y Maxi.
Bajo a dormir, hay que reponerse para estar fresco luego. Henrik dobla. Entra Maxi con total entrega. Consigo conciliar el sueño, después de mucho insistir. Hemos descubierto que cuando el mar se pone violento donde mejor se duerme es en el mismo plan del suelo, encajado entre bancos. Percibo entre sueños que el barco se sacude más de lo normal. La cosa se ha animado. Les ha tocado lo peor. Actuación estelar de Henrik… Maxi al pie del cañón, admirable.

Guardia de 08:00 a 12:00. Pablo y Maxi.
Henrik está agotado, se baja a descansar. Maxi dobla. Entro yo. Mucho viento (¿40 knts?), mucha ola (¿4 metros?). Aguaceros y niebla por momentos. Amurados a babor, ceñir a todo lo que da, para salvar la costa a sotavento y poder entrar al Solent a este mismo bordo. Mayor dos rizos, un metro de génova. Motor a todo gas. Cuesta mucho progresar contra las olas. Y todo lo que no sea progresar significa quedarse en el sitio, o abatir a sotavento.
Hago lo que puedo, gestionando las olas una a una. Total concentración. Una mano al timón, otra a aguantarse uno mismo. Un ojo al compás, otro a cada ola, intentando mantener el barco el mayor tiempo posible sobre cada cresta. Llueve y el viento levanta espuma del mar. Poca visibilidad. Me quito las gafas, porque veo igual de poco con ellas mojadas que sin ellas. Y total no hay mucho que ver. Ola, tras ola.
Ponemos un Waypoint en la Nab Tower. Desde allí podremos considerarnos ya dentro del Solent. Le conozco la silueta, tiene que aparecer ahí por la proa, vamos… Ahí se la adivina, entre la niebla, y luego más nítidamente… Y también la Isle of Wight allá al fondo: ya estamos en territorio amigo.
A la altura de la Nab Tower por fin podemos abrir rumbo hacia No Man’s Land Fort, descargar escotas y dar descanso al motor. El barco se adriza y se asienta, y la Isla empieza a darnos resguardo. Con suerte Henrik conseguirá conciliar el merecido sueño ahí abajo. Todo se va pacificando: el entorno, el barco, y nosotros mismos. Navegamos a un largo por fuera del canal balizado, y por entre la zona de fondeo de mercantes. Allá a lo lejos se distingue la Spinnaker Tower de Portsmouth. Es bonito volver aquí, sentir la seguridad de una costa reconocible, aunque extranjera.
Pasado el Ryde Middle Bank, nos acercamos a la Isla, a la altura del castillo de Osborne. Todo el Solent está lleno de veleros, a pesar del vendaval.

14: 30 (sábado): atracados en Shepard’s Wharf Marina, West Cowes. Isle of Wight.>>

*     *    *

Cuando allá hacia las 10:00 del sábado las cosas se fueron calmando, Maxi y yo recuperamos la posibilidad de poder escucharnos y conversar, y pude hacerme una idea de cómo ha sido su guardia anterior con Henrik. Me lamento en voz alta por no haber estado despierto en el momento más difícil de la noche. Maxi me comenta que sí, que fue muy complicado. “En un momento dado Henrik me pidió que te despertase, pero luego me dijo que no, que te dejase descansar…”. Para que Henrik llegara a plantearse despertarme, es que muy mal tenía que estar. Imagino que dudó si dar un bordo a mar abierto, al ver que no conseguía remontar la cardinal S de Owers, que marca una zona de rompientes… y para eso habría hecho falta que estuviésemos todos en cubierta. Volví a culparme a mí mismo en voz alta, pero Maxi, como pensando en otra cosa, dijo, refiriéndose a Henrik: “yo nunca había visto a nadie gobernar un barco de esa forma…”.

Seguimos los dos solos en la bañera, hablando brevemente, o guardando silencio, recuperando la compostura. Recuerdo que un portacontenedores iba entrando hacia Southampton Water en configuración MPZ (moving prohibited zone), que consiste en que la motora de la policía portuaria escolta al mercante una milla por delante de él, de modo que nos está prohibido a todos los demás barcos cruzar la línea imaginaria entre ellos dos.

“Madre mía”, pensé, “la guardia que han debido pasar…”. Efectivamente, cuando Henrik me pasó el timón al cambio de guardia de las 8:00 la cosa seguía muy complicada, pero ya iba camino de aflojar. El viento y el mar continuaban zurrando duro, pero ya no quedaban cabos que doblar, la corriente se había vuelto a favor, y había despuntado el día. Así que sólo se bajó a dormir una vez que, con la ayuda del inquebrantable Maxi, hubo pasado la cima de la montaña, el momento crítico de aquella singladura. “Ala, ahora cógelo tú y llévanos a Isle of Wight, que yo estoy fundido…”. Y encima me dejó el barco bien trimado. Supongo que es con intervenciones como aquella que se ha ganado ese prestigio merecido de navegante curtido y solvente... That’s seamanship, Mister Pullings. My God, that’s seamanship!

A mediodía, mientras Maxi y yo seguimos recuperando el ánimo, Henrik y Virginia empiezan a asomar desperezándose por la escotilla, y un velero de regata de tres tripulantes, que nos corta la proa, nos da la bienvenida. Era un Daring Class, una clase “endémica” del Solent, 33 ft, quilla corrida, según hoy sé gracias a los informes que me pasa Max, el hombre sabio que hay detrás de los deliciosos textos y fotografías de Bursledon Blog.

De aquella tarde–noche del viernes previa al temporal, sólo tengo una fotografía. La he tenido que girar para poner en horizontal el mar que se ve al fondo. De izquierda a derecha: Maxi, Pablo y Henrik. Virginia está del otro lado de la cámara. Íbamos abrazados y animados como quien comparte vagón en una montaña rusa. No da idea de lo oscuro que estaba el cielo, ni de la sorprendente claridad en contraste, misteriosa luz previa a la tormenta. Pero me gusta mucho esa foto. Tenemos la cara de unos que están “jodidos pero contentos”. De los que no las tienen todas consigo, pero están donde quieren estar, haciendo lo que más les gusta hacer. Y ya se las arreglarán. Con compañeros así, uno tiene todas las de ganar.



Daring Class

Shepard Marina, recién duchados.... ¿qué, seguimos?

The big fellow

2 comentarios:

  1. Muy interesante,ha tenido que ser muy duro en algunos tramos!! Sois unos campeones,os envidio
    por una parte,pero por otra creo que seria incapaz de soportarlo.
    Un saludo a todos.

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  2. Ante todo muchas gracias por dejarme participar en esta viaje. Yo tenía enormes ganas de una travesía fuera de las costas y esta desde luego que lo fue y con muchos ingredientes. Pero con una tripulación que en la medida de nuestras posibilidades todos aportamos lo que pudimos. Yo me sentí orgulloso de hacerla, y hacerla al lado de unos buenos tripulantes, que ademas demostraron ser excelentes personas y compañeros. Gracias.

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